Para Goethe
Una vez soñé que del cielo llovían palabras sonaban como mil melodías y canciones las cuales te tarareas y conoces y chocaban contra el asfalto como gotas. Entre mares de asonantes y consonantes una era, de todas ellas, la más disonante. Como al escuchar Para Elisa por primera vez la palabra amor cayó con gracia sobre tu piel Y en ese sueño en que todo carecía de sentido allí yo era un Werther sin remedio con gracia me diste la mano y la besé tormenta e impulso, todo a la misma vez. - GRV, 14/01/2018.