Siento ardor en mis ojos, y el dolor en mi pecho acompaña al cosquilleo que deja tu inmenso vacío. Tan lejos de aquí, cariño, mis manos buscan en vano tu pelo, tu cuello, tu nariz; mis manos acarician la nada. Ahora te manifiestas en 2D, tu inmensa presencia se encoge al injusto tamaño de mi teléfono y mi alma languidece y lloro de verte tan pequeña y lejana. "A todo se acostumbra uno" me dicen todos. Pero uno: echa de menos tu tacto, echa de menos el calor, echa de menos tus besos. Mientras el tiempo corre de forma abstracta, de modo incomprensible, mi corazón late más fuerte sabiendo que ya queda menos para verte.