¡Aviso a Navegantes!

Buenas a todos, vamos a romper todas las paredes (martillo en mano): BAM! BAM! BAM!

Soy consciente de mi desaparición y mi poca (o inexistente) inactividad en este blog las últimas semanas... Estoy ocupado. No he dejado de escribir, debido a la carrera de Filosofía, pero no he publicado nada este último mes. Estoy leyendo a Weil, a Voltaire, a Kant y a muchos otros más. En definitiva, leo un poco de todo y un poco de nada (como el amplio abanico de mundos que vemos y estudiamos en la carrera).

Todo esto no me preocupa y no me molesta. Puedo desaparecer y nadie se molesta (ni se molestará) por ello. La interacción aquí (blog) es nula, realmente, entre lector y autor. No importa; me gusta. En cierto modo, Cantos del Desgarro es una suerte de diario personal. Es un diario que, a diferencia de mi diario real, dejo abierto en plena plaza del pueblo (¡pasen y lean, intrépidos lectores!). Este diario, en pleno espacio público (internet), está pensado para ser leído, pisoteado, maltratado o lo que deseen los demás. Mi Cantos bien puede ser una joya para unos, un desastre para otros o una sopa de letras más en este grandioso océano que es Internet. Adoro la posibilidad de que este blog sea todo eso y mucho más.

Volvamos a la superficie. Estoy fascinado con S. Weil, actualmente, y he devorado ya varios libros suyos. Menuda maravilla, la recomiendo encarecidamente. Quiero explorar los campos de una filosofía más próxima a lo real, al día a día. Está bien jugar con lo abstracto, pero no podemos quedarnos en una torre de marfil o alejarnos del planeta como el Doctor Manhattan (Watchmen). El conflicto se encuentra ahí abajo y no podemos ser meros arqueros. En el campo de batalla (metafórico, el real no tiene nada de bello) no solo hay conflicto, también podemos encontrar miles de historias que merecen la pena ser exploradas. Pienso adentrarme en ellas, tratar lo cotidiano y lo humano. Imagino el cosmos como un océano (Marco Aurelio o el libro Solaris vienen a mi mente) y cada humano es una mera gota, que forma el colectivo conocido como humanidad. Escribiré sobre eso, algún día.

Pero ahora mismo el cuerpo me pide sentir el Sol en la cara. Quiero pasar frío, quiero sentir la humedad en mis huesos. Quiero enfrentarme a mi mismo mientras vago por los bosques de Catalunya. Primero debo leer, vivir y sentir... Luego de eso escribiré. 

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